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Las mujeres son caso de éxito, y tengo pruebas

Las mujeres son caso de éxito, y tengo pruebas

Sobran razones para incluir a más mujeres en tu empresa, y aquí te enumero algunas.

“La pregunta no es quién me lo va a permitir, sino quién va a detenerme” Ayn Rand

Recientemente se han popularizado ciertos términos, otrora desconocidos, como «techo de cristal», «sexismo» y «paridad de género». Quizá por falta de educación o porque poco importaban en ese entonces, es hasta ahora que hemos comenzado a aceptar —pues los hechos han estado ahí, desde siempre— la importancia de un ambiente laboral diverso: les beneficia a ellas, nos beneficia a todos.

Esta historia le tocará vivir, en algún momento de su paso por esta Tierra, al menos al 50 por ciento de la población del planeta: si un extraño llega a un lugar de trabajo y quiere ver al «encargado» (llámese jefe de familia, gerente, coordinador, CEO, presidente o fundador), lo que hará será escudriñar el panorama en busca de un hombre. Y si en su lugar se encuentra una mujer, a este extraño habrán de insistirle, al menos una vez, para que se convenza: a quien buscas es a ella, no a él.

Estamos por entrar a la segunda década del siglo XXI y es imposible negar que las viejas costumbres tardan en morir, no importa si estas han envejecido mal: se nos transmiten principios y valores, sí, pero también atavismos como la misoginia y el sexismo, de generación en generación, disfrazadas de tradiciones. Por otro lado, justo ahora vivimos en una época en la que ciertos conceptos se han convertido en parte de nuestro vocabulario y, si no los conocíamos antes, estamos aprendiéndolos... para destruirlos: «patriarcado», «techo de cristal», «discriminación de género», «desigualdad de oportunidades». Incluso, de manera más resonante, cuando hay buenas noticias al respecto.

Mayra González, una mexicana en Tokio

Hace unos días los titulares presentaron al resto del mundo a Mayra González, una mexicana que ha tenido una carrera impresionante dentro de Nissan y que se eleva a la cima al ser nombrada la nueva directora de Ventas Globales de la marca de autos nipona, efectivo desde el primero de julio de este año. Y comento que fue presentada «al resto del mundo» porque González no ha sido, en lo absoluto, una extraña en el ámbito de la industria automotriz. En 2001, gracias a la alianza Renault-Nissan, Mayra se unió a la empresa como gerente de ventas, un puesto en donde demostró que tenía capacidad para ir más arriba. Para 2014 ya era Vicepresidenta de Ventas de Mercado de Nissan México, y en 2016 se convirtió en Presidenta y Directora General de Nissan, siendo parte de un comité que, en 50 años, jamás había tenido a una mujer como integrante. Hoy, Mayra González ya está en Tokio en su nuevo puesto.

Y a pesar de los hitos que ha construido en su vida profesional, ella conoce a la perfección la anécdota que compartí al inicio: según una entrevista que dio a Forbes el 14 de junio de 2017, cuando alguien buscaba al presidente y director general, y la gente señalaba en la dirección de Mayra, la respuesta era la siguiente: «No lo veo».

Por eso, decir que las diferencias ya están sorteadas y los límites profesionales totalmente borrados por este merecido caso de éxito es, quizá, una actitud demasiado optimista. Según el informe Women In Business 2019 de Grant Thornton, México está en el lugar 23 mundial en puestos directivos ocupados por mujeres. El año pasado, el 34 por ciento de los directores eran mujeres; a la fecha, esto disminuyó al 26 por ciento. Las mujeres siguen encargándose cuatro horas más del trabajo no remunerado en casa —tareas del hogar, cuidado de los enfermos, etcétera—. Las condiciones en el medio profesional son menos favorables para ellas cuando se trata del pago (las brechas de género entre trabajo remunerado y no remunerado en nuestro país están entre las más grandes de los miembros de la OCDE), el ambiente y la oportunidad de crecimiento. 

El éxito de ellas siempre ha sido el éxito de todos

¿Significa entonces que no debemos sentirnos motivados por el éxito de Mayra? Todo lo contrario. Es el momento perfecto para recordar que todos esos obstáculos que existen en el medio laboral, del que somos parte, pueden destruirse y dar paso a nuevas plataformas que van a beneficiar al sector entero. Si has llegado hasta esta parte del artículo y hueles que estoy por utilizar ese término al que tanto le temes, «paridad de género», quiero recordarte que tus temores son infundados. La paridad de género es, por mucho, una respuesta a los problemas que aquejan a una empresa.

Primero, debemos entender lo que las mujeres aportan al país:

  • Tasa de graduación de educación universitaria: mujeres 21 por ciento; hombres 18 por ciento; y ellas terminan sus estudios con mejores calificaciones que ellos.
  • Según la SHCP, de 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, el 99 por ciento saldan de manera íntegra su deuda.
  • Según la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias, el 70 por ciento de las mujeres usan sus ganancias para la comunidad y su familia. ¿Los hombres? Entre el 30 y el 40 por ciento.

Luego, lo que ellas pueden dar al lugar donde trabajan:

  • Más que concentrarse en esfuerzos individuales, las mujeres se enfocan en lo colectivo, lo que ayuda a crear mejor sinergia entre varias personas y a que un grupo de colaboradores llegue más lejos.
  • El informe de Grant Thornton antes mencionado dice que cuando ellas ocupan puestos directivos, la innovación y los ingresos aumentan de manera importante.
  • Mientras más diversidad, mejor variedad en puntos de vista para resolver un problema y, por lo tanto, más rápido se solucionará.
  • Se ve con más confianza a las mujeres con puestos de liderazgo.
  • Las mujeres pueden ser mejores mentoras, según una encuesta de Pew Research, el think tank con sede en Washington que analiza y comparte información sobre problemáticas, actitudes y tendencias sociales de Estados Unidos y el mundo.

La misma Mayra González es ejemplo de las ventajas de que la hayan contratado:

  • Durante su tiempo en Nissan México, esta empresa fue líder en ventas de autos.
  • En 2015 rompió un récord a nivel industria al vender 347 mil 124 unidades.
  • Fue responsable de la elaboración del primer proyecto de la red de distribución local, lo que aumentó las unidades vendidas a más de 26 mil adicionales durante 2012.
  • Al mantenerse al frente de la industria automotriz durante 109 meses consecutivos, convirtió a México en la operación referencia para Nissan a nivel mundial.

¿Qué hace falta, entonces, para que más mujeres se sumen a la fuerza laboral? Por supuesto, se deben atender las condiciones sociales en las que ellas crecen y se desarrollan como las empresarias del futuro, pero también es importante comenzar los cambios de raíz en donde estamos nosotros, los hombres. Ellas tienen años abriéndose camino, haciendo colaboraciones valiosas con sus colegas, organizando una nueva forma de crecer. Sin embargo, tenemos que decirlo en voz alta: esto también nos compete y tenemos que involucrarnos como aliados para esta transformación tan importante. Un mejor ambiente laboral en el que puedan expresar sus ideas, propuestas y percepción del mundo; prestaciones que respondan a las necesidades que en su experiencia son fundamentales; sensibilización a todos los colaboradores para crear relaciones empáticas, de respeto y colaboración productiva; reconocimiento de sus aportaciones en todos los niveles. Mayra lo explica muy bien:

“Cuando yo doy una plática para empoderamiento de mujeres digo que no es para las mujeres, sino un reclutamiento de hombres porque ellos son el 50 por ciento del equipo, y si no ayudan no entenderán lo poderoso que es incluir mujeres en los negocios, en la sociedad y en la educación. Si no escuchas ni ves a las mujeres, discriminas al 50 por ciento de todo, de la población, del mercado”.

Es cierto: el camino no es fácil, pero todo lo que vale la pena rara vez es sencillo. Recorrámoslo juntos.

“La paridad de género es, por mucho, una respuesta a los problemas que aquejan a una empresa”.

Por: C.P.C.  Mauricio Brizuela Arce, Presidente del Consejo de Administración y Socio Director de Salles Sainz Grant Thornton