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¿Cuánto vale el negocio familiar?

Sólo el 10% de las empresas familiares en México sabe cuánto vale. ¿Cuánto se debe pagar o cobrar a los hermanos, primos, familiares o terceros, si se quiere comprar o vender las acciones de una compañía? ¿Qué harían si mañana alguien ofrece una suma importante de dinero por el negocio? ¿Cómo saber si dicha suma corresponde a un valor de mercado justo y razonable de la empresa?

Preguntas como éstas son las que nos muestran la importancia de que la familia empresaria cuente con un marco de referencia para poder tomar una decisión.

Para establecer criterios y métodos de valuación se requiere apoyo de la administración, contadores y asesores externos especializados además de los accionistas.

Es aconsejable que todo se encuentre documentado y previamente pactado por las partes interesadas. Así se evitarán inconvenientes y, sobre todo, la armonía familiar se mantendrá intacta.

Recordemos que el objetivo final de incluir una metodología de traspaso de la propiedad en el protocolo familiar es ayudar a que un miembro de la familia pueda traspasar su parte del negocio a otro familiar o a un tercero independiente de manera transparente y sin generar conflictos familiares.

Para iniciar el proceso de traspaso, es importante reunir a los miembros del Consejo de Familia de la primera generación para que se les comuniquen las intenciones del líder fundador en cuanto a este proceso. Posteriormente, deberán presentárseles ideas y opciones.

Por ejemplo: una repartición por igual del porcentaje que se desea enajenar entre los miembros actuales de la compañía, venta a terceros independiente o reembolsar capital al accionista que no desea ya formar parte del negocio.

Lo más sensato es que quien desee vender su participación presente una oferta. Ésta será valorada por el Consejo de Familia. Es recomendable darle prioridad para la compra a los accionistas actuales o a otros miembros de la familia.

Ahora, el protocolo familiar deberá definir la metodología de valuación adecuada para determinar el valor de las acciones empresariales.

Dado que la mayor parte de los negocios familiares son privados, las metodologías de valuación que se les aplican toman en cuenta los flujos de efectivo proyectados de la empresa. Esto para conocer el valor de mercado, así como su patrimonio.

Por ello, es muy importante contar con la asesoría de un perito valuador especializado para estar dentro de los parámetros del mercado. El caso de las empresas públicas es un poco más fácil en ese sentido, pues se puede tomar en cuenta la cotización bursátil de la acción y las diferentes razones bursátiles manejadas en las empresas de la misma industria.

Es importante contemplar los efectos  scales y legales de la venta de acciones o, en su caso, el reembolso de capital.

Esto nos permite evaluar la mejor alternativa del pago de impuestos y recibir, por parte del familiar que vende, la mayor cantidad posible por su propiedad y de manera simultánea ahorrarle costos adicionales al comprador.

Según Top Publications S.A.C., en México solamente el 10.4% de las empresas familiares cuentan con un protocolo familiar. De esto podemos deducir que la mayoría de las empresas en México tampoco tiene de nido cómo valuar su empresa y, por lo tanto, su patrimonio. Aunado a ello, cabe destacar que muchos empresarios desconocen que la transmisión de la propiedad entre familiares pueda causar conflictos y de ahí la renuencia e indiferencia hacia el tema de la institucionalización.

Finalmente, vale recordar que el valor del patrimonio no se mide por el número de bienes, sino por el buen uso, la e ciencia en su manejo y el mantenimiento y crecimiento del mismo. Y mientras en la empresa se tiene como objetivo principal la e ciencia y generación de utilidades, la familia prioriza la armonía, unidad y bienestar de sus integrantes.

Por: Mario Rizo