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Capital Natural

¿Por qué tomar en cuenta el Capital Natural?

Las empresas tienen que abrir los ojos a los beneficios de la medición y valoración del capital natural

Lo que solía ser una práctica aceptada para que los negocios y las empresas trataran factores ambientales como “aspectos externos” que no podían valorarse con precisión por sí mismos o en los mercados.

Pero los tiempos han cambiado. Últimamente el concepto de sustentabilidad se ha arraigado firmemente, comenzando a ser enmarcada en términos de “capital natural” - poniendo una valoración de los recursos ambientales que utiliza un negocio, como la tierra; su uso, la forma en que se degrada o se regenera, o los recursos extraídos del suelo, el agua o la energía.

“Los economistas suelen hablar de los recursos naturales como si fueran casi infinitos” dice Nathan Goode, líder mundial de energía y sustentabilidad en Grant Thornton. “Pero las empresas ya se están dando cuenta que estos recursos son todo lo contrario”

Goode, que ha pasado 12 años trabajando en proyectos de energía renovable, gestión de residuos y sustentabilidad, añade: “Estamos llegando al punto en que esta cuestión se vuelve crítica para el negocio. Puede ser nombrado como gestión de los recursos, sustentabilidad, capital natural o de alguna otra manera, lo importante es que nos enfrentamos al mayor problema hoy en día y es cada vez más difícil de evadir”

Ejemplos de alto perfil de buenas prácticas están surgiendo hoy en día. Las grandes empresas mundiales de bienes y servicios en las industrias alimentarias y de consumo están marcando el ritmo. Goode cita SAB Miller, Coca-Cola y Unilever, entre las empresas que han hecho los mayores progresos en esta área. También aplaude minorista de M&S, que ha ganado la aclamación y el compromiso del cliente con su iniciativa 'Plan A', y The Crown Estate, uno de los terratenientes más grandes del Reino Unido, para quien el concepto de capital natural encaja bien con sus principios de administración y el termino de naturaleza a largo plazo de los activos gestionados.

Pero el tamaño no lo es todo. “Grandes e innovadores avances también vienen de pequeñas y medianas empresas que son más sensibles a las preocupaciones ambientales de sus clientes y que a menudo son parte de la cadena de suministro para las empresas globales” agrega Goode. Un ejemplo es Muntons, una empresa cervecera con sede en Suffolk, Reino Unido, que cuenta con algunos de los principales clientes globales en el sector de alimentos y bebidas. En algunos sectores, las PYME ya se están dando cuenta que la forma en la que responden a la agenda del capital natural puede afectar significativamente su valor a largo plazo como negocio.

No todo el mundo ve lo indispensable que es por el momento. El progreso es a menudo más lento entre las empresas medianas, a menos que la presión esté llegando a través de la cadena de suministro. Como resultado, muchas empresas siguen tomando medidas tentativas para ejecutar proyectos discretos y sólo incluyendo enfoques sustentables al abordar un problema en su cadena de suministro, en lugar de adoptar un enfoque estructurado para el capital natural. El enfoque poco sistemático puede ayudar a las empresas a afrontarse en el corto plazo, pero los dirigentes más perspicaces verán este programa como una opción estratégica.

Un desafío clave para las Firmas, cualquiera que sea su estado de apertura a la sustentabilidad, es la complejidad de la gestión y la entrega de un enfoque integrado. Si bien el liderazgo ejecutivo es vital, no es suficiente por sí solo. Por otra parte, incluso para las empresas medianas los grandes retos y las oportunidades se extienden con sus propias cadenas de suministro. “Los resultados prácticos son esenciales para la credibilidad por lo que para muchos el enfoque basado en el crecimiento es un punto de partida” dice Goode.

Basado en estas cuestiones, el capital natural debe ser el elemento central estratégico para las empresas. Si bien aún no existe un marco contable estandarizado, se están realizando avances en el tema. The International Integrated Reporting Council, ha identificado el capital natural como uno de los seis “capitales” que las empresas deben tener en cuenta junto con el financiero, manufacturero, intelectual, humano, social y de relación. El verdadero desafío vendrá cuando los mercados reconozcan consistentemente el capital natural en sus valoraciones de negocios. Hay algunos signos que están empezando a surgir con el debate en torno a los activos de combustibles fósiles varados por ejemplo. Un paradigma del capital natural para los mercados de capital aún se percibe de alguna manera en el futuro, pero hay muchos debates sobre la lejanía que la que realmente se encuentra.

Existen otros incentivos como: evaluar con precisión y valorar el capital natural que permiten un perfil de riesgo más inteligente que las inversiones y mejoras futuras de la empresa. Esto pone el uso de recursos como el agua y la energía en un contexto más amplio, teniendo en cuenta la naturaleza finita de estos recursos, los factores que los científicos llaman “límites ambientales planetarios” Esto ayuda a las empresas a desarrollar estrategias para reducir la dependencia de los recursos y aumentar la autosuficiencia.

“Algunos líderes empresariales permanecen en negación acerca de la sustentabilidad”, concluye Goode. “Pero el progreso en torno a la valoración del capital natural está sucediendo. La tendencia ahora es ver un cambio significativo en el capital natural de manera que se evalúe y se mida a través de toda la economía”