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La continuidad de la empresa familiar en armonía, todo un reto.
29 jun 2023La continuidad de la empresa familiar en armonía, todo un reto.
“La misión y visión de un fundador debe ser guiada por la noble ambición de mirar más allá de su propia vida y tiempo”.

Una empresa familiar enfrenta múltiples retos para garantizar su continuidad y lograr ser una empresa multigeneracional; esto conlleva acuerdos previos y decisiones de que las nuevas generaciones continuarán con la empresa o se prefiere vender el negocio familiar.
Una empresa familiar es aquella que pertenece, es gestionada y controlada por una familia. Son consideradas como el tipo de empresas que predominan en el mundo, además actualmente quieren ser más competitivas y salir de sus países de origen.
A pesar de que son el tipo de organización más numeroso en México, uno de los grandes retos es que logren construir las bases para subsistir a través de las generaciones. En México, aproximadamente más de 90% de las compañías establecidas está bajo control y propiedad de familias. Por esto se reconoce su contribución al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país.
Las empresas familiares conforman principalmente las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en nuestro país, de ahí la importancia de que logren trascender en el tiempo y a las siguientes generaciones.
Por todo ello, la continuidad de la empresa familiar es un tema crítico debido el peso específico que juega en la economía y sociedad de cualquier país y, especialmente, ante el elevado riesgo de desaparición que tienen por los múltiples retos que enfrentan.
La empresa familiar es el resultado de la realización del sueño del o de los fundadores, van creciendo y desarrollándose conforme se dan las oportunidades y condiciones del mercado; han subsistido aquellas empresas que han sabido fortalecer los pilares originales sobre los cuales se crearon: visión, misión, valores, liderazgo, cohesión, comunicación, filosofía de vida y empresa y orgullo familiar.
La perseverancia es la primicia de cualquier empresa familiar, el o los fundadores enfrenten retos, rivalidades, fracasos, pero los rige y los guía la intención de querer continuar y dejar un legado a la familia.
No cabe duda, uno de los puntos más delicados en las relaciones familiares es la sucesión. Existe una resistencia natural del fundador a dejar su puesto. Esta situación es un serio punto de conflicto que no siempre es debidamente resuelto. En este caso la sucesión es la verdadera prueba de fuego para las empresas familiares, así que deben hacerle frente con plena conciencia.
Otro instrumento con el que debe contar una empresa familiar es el protocolo familiar, el cual define las “reglas del juego” y compromiso de esta. Regula la organización y gestión, así como las relaciones económicas y profesionales entre la familia, la propiedad y la empresa, con la finalidad de dar continuidad al negocio de manera eficaz, con éxito, a través de las siguientes generaciones familiares o incluso con la llegada de nuevos accionistas.
El protocolo familiar permite adelantarse a los posibles puntos de conflicto entre los miembros de la familia en su participación en la gestión y dirección de la empresa. Por medio de este, podemos definir situaciones como: el trabajo de los familiares, las remuneraciones y prestaciones, la participación o no de cónyuges o parientes políticos, la forma de gobierno, la venta de acciones, la participación de socios y consejeros en el consejo de administración, la salida a bolsa, la mediación de los conflictos, las reglas para la incorporación de nuevas generaciones y por supuesto la sucesión.
La visión de un fundador debe ser guiada por la noble ambición de mirar más allá de su propia vida y tiempo, por lo que debe comenzar a construir las bases para que esta visión se concrete y se mantenga por la esperanza de subsistir.
La principal responsabilidad del fundador o de los hijos en la segunda generación –o los primos en la tercera– es que la empresa familiar continúe. Esto se puede lograr a través de un buen liderazgo y comunicación entre los miembros activos en la empresa, trabajo en equipo, consenso para la toma de decisiones y fijando conjuntamente el rumbo de la empresa.
El protocolo familiar define las “reglas del juego” y compromiso de esta. También evitará diferencias, malas interpretaciones o abusos entre familiares.
Algunos retos que enfrentan las empresas familiares, y que deben superar promoviendo una adecuada solución o cohesión, son:
- Mejorar la coexistencia de dos sistemas diferentes pero relacionados: la empresa y la familia.
- Sortear las carencias en cuanto al desarrollo de un sistema de gestión profesionalizado.
- Evitar una relación inadecuada de la familia y/o carente de una regulación formal con la empresa.
- Preparar con antelación y previsión la sucesión, ya sea del líder y, por lo general, dueño, director o gerente de la empresa, o de los otros familiares clave.
- No concentrar el poder decisorio en una o pocas personas, deben ser capaces de incorporar profesionales externos a la empresa.
- La relación natural que hay entre empresa y familia, como la ocupación de cargos ejecutivos por miembros de la familia que influyen en la gestión y la hacen más vulnerable.
- Confundir la gestión con las emociones y la subjetividad que provoca esta relación, lo cual dificulta su desarrollo y exige incorporar cambios que permitan abordar efectivamente esta problemática.
- La estructura de la propiedad y la relación entre la familia y sus órganos de gobierno, que introducen un grado de complejidad adicional y distintivo a estas empresas.
Si bien no existen recetas “mágicas” para superar y resolver los desafíos derivados de la dinámica de la familia y la empresa, la pasión y convicción de sus líderes para lograr la continuidad de generación en generación suelen constituir sus principales ventajas competitivas.
Asimismo, hay que saber diferenciar los temas de la familia y de la empresa y, en cada caso, tomar las decisiones específicas que correspondan y que permitan en el tiempo:
- Promover la unidad y la armonía entre familiares y/o accionistas.
- Contribuir a la permanencia de la empresa.
- Fortalecer el compromiso y la disciplina a los familiares y/o accionistas.
- Favorecer el crecimiento y minimizar el riesgo de la empresa.
- Establecer los derechos y las responsabilidades de los familiares y/o los accionistas.
La labor está en obtener la cohesión, armonía y comunicación familiar en torno a la realidad de la empresa, haciendo compartir la visión o el sueño de futuro de los familiares, con el fin de obtener las reglas que esa familia se da a sí misma para establecer sus relaciones presentes y futuras.
La longevidad de la empresa familiar está más relacionada con el éxito en el largo plazo, entendiendo por longevas aquellas empresas que han sido capaces de superar con éxito varias transformaciones tecnológicas, sociales, políticas, económicas y familiares mediante la realización de aquellos cambios organizativos y estratégicos necesarios para conseguir su continuidad en el tiempo.
En definitiva, el reto consiste en desmentir la afirmación de John L. Ward, tan acertada, por desgracia, en demasiadas ocasiones, que sostiene que “mantener viva a una empresa familiar tal vez sea el más arduo de los trabajos de gestión sobre la Tierra”.

Mario Rizo
Socio encargado de la Oficina Guadalajara
Contacto:
Twitter: @mariorizofiscal